Omega 3 Epax®

Los omega 3 son ácidos grasos esenciales reconocidos por contribuir al funcionamiento normal del corazón. También ayudan a mantener una visión normal y participan en el correcto desarrollo del cerebro. Estos beneficios se atribuyen principalmente al EPA (ácido eicosapentaenoico) y al DHA (ácido docosahexaenoico), presentes en los omega 3 (siempre que se consuman al menos 250 mg de EPA y DHA al día).

Los ácidos grasos omega 3 son esenciales para nuestra salud, pero nuestro cuerpo no puede sintetizarlos. Para beneficiarse de sus efectos, una ingesta diaria a través de la alimentación o la suplementación es ideal, sin límite de duración.

Recomendamos tomar 4 cápsulas de omega 3 al día con un vaso grande de agua, preferiblemente durante una comida para mejorar la absorción de los ácidos grasos. Para un efecto óptimo, se aconseja consumirlas regularmente a largo plazo.

Sí, los omega 3 pueden ser beneficiosos durante el embarazo para la salud del feto y de la madre. Sin embargo, es importante consultar a un profesional de la salud para determinar la dosis adecuada.

Es totalmente posible dar omega 3 a un niño, ya que los omega 3 son beneficiosos para su salud. Sin embargo, la dosis recomendada varía según la edad del niño. Es importante consultar a un profesional de la salud antes de dar un suplemento de omega 3 a un niño.

Sí, es posible dar omega 3 a un niño a partir de los 4 años, ya que los omega 3 son beneficiosos para su salud. Las dosis diarias recomendadas (DDR) son las siguientes:

- De 4 a 10 años: 2 cápsulas al día.

- De 10 a 17 años: 2 a 3 cápsulas al día.

Tenga en cuenta que, antes de darle un suplemento de omega 3 a un niño, es recomendable consultar a un profesional de la salud.

Nuestro complemento alimenticio está formulado a partir de aceite de pescado. Por lo tanto, no es adecuado para vegetarianos y veganos. Si sigues una dieta vegetariana o vegana, te recomendamos que busques fuentes vegetales de omega 3, como el aceite de linaza.

Los omega 3 de origen animal y vegetal se distinguen principalmente por las formas específicas de estos ácidos grasos esenciales que contienen.

Las fuentes animales, como el pescado o el aceite de hígado de bacalao, proporcionan principalmente ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA), que son las formas activas de los omega 3 directamente utilizables por el cuerpo humano.

Por el contrario, las fuentes vegetales, como las semillas de lino, las nueces y el aceite de chía, contienen principalmente ácido alfa-linolénico (ALA). El ALA debe ser convertido en EPA y DHA por el organismo para ser utilizado de manera eficaz. Sin embargo, la tasa de conversión de ALA a EPA y DHA en los humanos es relativamente baja. Esto significa que las fuentes vegetales de omega 3 no proporcionan tantas formas activas necesarias para obtener los beneficios óptimos para la salud. Por lo tanto, los omega 3 de origen animal se consideran a menudo más efectivos para satisfacer las necesidades del organismo en EPA y DHA.

Una fórmula que combina omega 3, 6 y 9 puede parecer una buena idea a primera vista, ya que estos ácidos grasos son todos esenciales para la salud.

Los omega 3 y omega 6 son dos tipos de ácidos grasos esenciales que desempeñan roles diferentes pero complementarios en el cuerpo. Sin embargo, un exceso de omega 6 puede inhibir el uso de omega 3, lo que puede llevar a un desequilibrio. Muchas personas ya consumen demasiado omega 6 a través de la dieta moderna (aceite de maíz, aceite de girasol…), creando un desequilibrio que puede favorecer la inflamación y las enfermedades crónicas.

En cuanto a los omega 9, el cuerpo es capaz de sintetizarlos a partir de otros ácidos grasos. Están ampliamente presentes en alimentos como el aceite de oliva y los aguacates, lo que significa que la mayoría de las personas consumen suficiente cantidad sin necesidad de una suplementación específica.

En conclusión, la suplementación combinada generalmente no es necesaria y puede potencialmente conducir a desequilibrios, por lo que solo ofrecemos omega 3, permitiendo equilibrar la relación omega 3 / omega 6.