Nuestros 5 consejos para fortalecer tu sistema inmunológico
Todos los días, y especialmente ahora con la COVID-19, nuestro bienestar se ve amenazado por la exposición a bacterias, gérmenes y otros virus y microbios.
Lavarse las manos con frecuencia o asegurar el distanciamiento social son fundamentales para proteger nuestro cuerpo. Pero además de estas medidas preventivas, es muy importante hacer todo lo posible para apoyar su sistema inmunológico.
En este sentido, tenemos malas y buenas noticias.
La mala noticia es que un sistema inmunológico fuerte no se construye de la noche a la mañana. Eso lleva tiempo.
La buena noticia: dado que el sistema inmunológico se ve afectado (¡para bien o para mal!) por nuestro estilo de vida, incluso el cambio positivo más pequeño puede resultar beneficioso a largo plazo para estimular nuestra inmunidad.
Entonces, para ayudarlo a lograrlo, hemos compilado una lista de nuestros mejores consejos para promover el funcionamiento adecuado de su sistema inmunológico 🙂
¿Por qué tu cuerpo necesita vitamina D?
El sistema inmunológico es la primera línea de defensa del cuerpo. Es una red compleja de órganos y células que identifica patógenos y luego lanza una respuesta para “destruir” estas amenazas.
El sistema inmunológico tiene 2 tipos de mecanismos de defensa: inmunidad innata e inmunidad adaptativa (o adquirida).
En general, el sistema inmunológico hace un trabajo extraordinario al ayudarnos a combatir los patógenos. Pero a veces falla y nos enfermamos.
¿Cómo sé si mi sistema inmunológico está debilitado?
Ciertos signos pueden revelar una inmunidad debilitada:
• ¿Se siente estresado a menudo?
• ¿Se siente cansado con frecuencia?
• ¿Se resfría fácilmente?
• ¿Sufres de dolor abdominal o problemas de tránsito?
• ¿Le toma tiempo a su cuerpo sanar?
Si experimenta estos síntomas, puede significar que su sistema inmunológico no está funcionando de manera óptima y ¡ya es hora de hacer algo al respecto!
¿Cómo mantener tu sistema inmunológico?
Consejo #1: Duerma lo suficiente
Trate de dormir al menos entre 7 y 8 horas cada noche. Tu cuerpo necesita dormir para descansar y recargar energías.
La falta de sueño aumenta la inflamación y disminuye la capacidad del cuerpo para combatir infecciones. Algunos estudios han demostrado que las personas que no duermen lo suficiente tienen más probabilidades de enfermarse después de haber estado expuestas a un virus.
¿Necesita ayuda para conciliar el sueño o mejorar la calidad de su sueño?
Pruebe la melatonina, que tiene muchos beneficios. Tomada antes de acostarse, esta “hormona del sueño” ayuda a reducir el tiempo que lleva conciliar el sueño y promueve un sueño de calidad.
Consejo #2: practica actividad física regularmente
Sabemos que la actividad física es sumamente importante para el cuerpo y el cerebro, pero también ayuda a modular la respuesta inmune.
El ejercicio mejora la circulación sanguínea, permitiendo que las células del sistema inmunológico se muevan más libremente por el cuerpo y hagan su trabajo de manera más eficiente.
Es muy recomendable integrar el ejercicio físico (como practicar yoga o incluso dar un paseo de 30 minutos) en tu rutina diaria para poner todas las posibilidades de tu lado y no contraer ningún virus pasajero.
Hacer ejercicio al aire libre también es una excelente manera de obtener vitamina D, que juega un papel esencial en el funcionamiento normal del sistema inmunológico. De hecho, la piel sintetiza la vitamina D cuando se expone a los rayos UVB del sol.
Pero no siempre es fácil satisfacer las necesidades diarias de vitamina D, especialmente en invierno, cuando los rayos del sol son escasos y el frío puede disuadirte de salir al aire libre.
Por eso es aconsejable complementar con vitamina D durante los periodos de poca luz solar. 1000-2000 UI de vitamina D al día son suficientes para evitar cualquier riesgo de deficiencia.
Consejo #3: Cuida tu dieta
Puede que lo escuchemos constantemente en todas partes, ya sea en los medios de comunicación o en Internet, pero es fundamental asegurarnos de llevar una dieta variada y equilibrada. Las investigaciones han demostrado que una buena nutrición es la clave para un sistema inmunológico fuerte.
En primer lugar, elige alimentos que ayuden a mejorar el equilibrio intestinal. El intestino juega un papel importante en el buen funcionamiento del sistema inmunológico. Este órgano alberga el 70% de las células que componen el sistema inmunológico, y las bacterias que contiene (la famosa microbiota intestinal) desempeñan un importante papel de defensa contra los agresores del organismo (virus, bacterias, etc.).
Para una función intestinal óptima, evite los alimentos procesados y agregue alimentos ricos en probióticos a su dieta (como yogur, kombucha, alimentos fermentados, etc.).
A continuación, intente aumentar la ingesta de alimentos ricos en antioxidantes, vitaminas y oligoelementos.
Las frutas y verduras son (¡como puedes imaginar!) uno de los mejores alimentos para abastecerte de nutrientes que apoyen el correcto funcionamiento del sistema inmunológico.
Una de las vitaminas clave para la inmunidad del organismo es la vitamina C. Este potente antioxidante está especialmente presente en los cítricos, el kiwi, la papaya, el brócoli y los pimientos rojos. ¡Así que no dudes en consumirlo regularmente!
Sin embargo, tenga en cuenta que satisfacer sus necesidades nutricionales diarias requiere muchos factores: sus preferencias dietéticas, su genética e incluso su edad. Aunque se debe priorizar una dieta variada y equilibrada, no siempre es fácil alcanzar la ingesta diaria necesaria de nutrientes sólo a través de los alimentos. Entonces, ¿por qué no complementarlo con un multivitamínico o espirulina?
Consejo #4: Reducir las fuentes de estrés
El estrés puede tener un impacto significativo en su cuerpo y mente. No solo puede provocar sueño y problemas cardiovasculares, sino que también puede reducir la respuesta inmunitaria.
Ya sean personales o profesionales, muchos factores pueden ser una fuente de estrés. ¡Por eso es fundamental eliminar o limitar el estrés en tu vida tanto como sea posible!
Como hacer ?
En primer lugar, sepa que el estado de ánimo tiene un impacto real en nuestro sistema inmunológico. Hoy en día nos bombardean constantemente con notificaciones y alertas de noticias que perturban la tranquilidad y, sin darnos cuenta, pueden provocar pensamientos negativos y mal humor. ¡Limitar el tiempo diario frente a la pantalla es, por tanto, un buen comienzo!
Otra idea: cada día tómate un tiempo para practicar tu hobby favorito o para disfrutar de tus seres queridos. ¡Divertirse o reír ayuda a reducir la cantidad de hormonas del estrés en el torrente sanguíneo! Por la noche, permítase un momento de calma y serenidad; ¡Baja el sonido de tu televisor, apaga tu teléfono, toma un buen libro y relájate!
¡Finalmente, prueba cosas nuevas! Las técnicas de relajación como la meditación pueden ayudar a reducir el estrés.
Consejo nº 5: ¡di adiós al alcohol y al tabaco!
Más allá de las técnicas naturales para apoyar su sistema inmunológico, también es importante hablar de sustancias que se deben evitar, como el alcohol y el tabaco, que reducen la respuesta inmune del cuerpo.
Se ha demostrado que el alcohol altera las vías inmunitarias y afecta la capacidad del cuerpo para defenderse contra las infecciones. Y lo mismo ocurre con el tabaco, que aumenta considerablemente el estrés oxidativo y debilita la inmunidad del organismo.
Les DOs & les DON’Ts
Las DOs
✅ Lávate las manos con frecuencia.
✅Asegúrate de llevar una dieta sana, variada y equilibrada. Si es necesario complementarlo con complementos alimenticios ricos en antioxidantes como vitamina C, Multivitaminas o incluso espirulina.
✅Duerme lo suficiente.
✅ Haz al menos 2 horas de ejercicio moderado por semana (¡con la aprobación de tu médico!).
✅ Intenta reducir las fuentes de estrés y permítete momentos de relajación.
NO HACER
❌ ¡No apuestes todo por los complementos alimenticios! Sin duda son beneficiosos, pero no te eximen de implementar buenas rutinas diarias.
❌ No fumes.
❌Si bebes alcohol, hazlo con moderación.
Conclusión
Como habrás comprendido, en el sistema inmunológico influyen multitud de factores: estado emocional, estilo de vida, hábitos alimentarios y equilibrio nutricional. Por lo tanto, reforzar la resistencia del organismo frente a virus y bacterias implica actuar en todos estos frentes.
La lista puede parecer larga, ¡pero no te desanimes! ¡La implementación gradual de estos cambios le permitirá mantenerse en buena forma y, por lo tanto, vivir felizmente!
