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Piel sensible: ¿cómo reconocerla y cuidarla?

Índice

La piel es un órgano que cumple varias funciones esenciales. Protege el cuerpo de las agresiones, filtra y elimina toxinas, pero puede ser frágil e incómoda. Así que aquí tienes algunos consejos para reconocer una piel sensible y mimarla durante todo el año.

¿Qué es una piel sensible?

La piel sensible reacciona más fácilmente a las agresiones externas y a otros factores que pueden provocar incomodidad. Existen muchas causas que pueden afectar la piel y hacerla más sensible. Cada persona reacciona de forma diferente y es precisamente esto lo que hace que el problema sea complejo.


A veces es difícil diferenciar entre piel sensible, una alergia o una intolerancia que pueden irritar la piel de igual manera. Los signos son similares, lo que requiere la intervención de profesionales de la salud para examinar la causa y establecer un diagnóstico de tu piel. Según el resultado determinado por el médico o dermatólogo, podrás cuidar tu piel sensible y adoptar una rutina de cuidado adaptada a tus problemas. Una piel sensible se manifiesta generalmente por los siguientes signos:

  • sensaciones de ardor;

  • enrojecimiento;

  • hormigueo;

  • picor;

  • incomodidad;

  • placas.

Una piel sensible puede ser temporal, reactiva o crónica.


Existe una diferencia entre la piel del cuerpo y la del rostro. Hay que saber que la piel del rostro se renueva y varía según las estaciones. Se adapta al ritmo de las cuatro estaciones, un poco como Vivaldi. 🎶🎻

Puede reaccionar de forma diferente según la época:


❄️ en invierno, la piel produce menos sebo y se seca más fácilmente,

🌷 en primavera, elimina toxinas y es más propensa a la aparición de granos,

☀️ en verano, la piel se engrasa más rápido porque se deshidrata,

🍂 y en otoño, está más sana gracias a los cambios que ha atravesado en las estaciones anteriores. Es un momento de respiro.

Las causas de una piel sensible

Varias causas pueden hacer que la piel sea sensible. Las razones pueden ser externas, internas y también depender del estilo de vida.

Factores externos

  • El entorno puede agredir la piel a través de cambios de temperatura demasiado bruscos, el viento, la contaminación y los rayos UV.
  • Los cosméticos también son desencadenantes frecuentes, ya que algunos productos contienen ingredientes irritantes como perfumes, conservantes o colorantes que pueden alterar la barrera cutánea.

  • Productos inadecuados, ya sean exfoliantes o limpiadores, también pueden aumentar la reactividad de la piel y volverla más vulnerable a las agresiones externas.

  • La calidad del agua también puede ser un factor externo, ya que el nivel de cal puede provocar reacciones cutáneas.

  • La exposición a las luces azules como las cabinas UV o las pantallas digitales pueden afectar la barrera cutánea y hacer la piel más frágil.

Factores internos

  • El estrés oxidativo, que no debe confundirse con el emocional, se traduce en la afectación de las células llamadas radicales libres. Es un proceso natural que está principalmente relacionado con el estilo de vida: tabaco, alcohol, alimentación desequilibrada, estrés… La acumulación de estas células puede provocar envejecimiento prematuro y mayor sensibilidad de la piel.
  • El envejecimiento, a partir de los 25 años, la piel produce menos colágeno, lo que afecta su densidad, elasticidad e hidratación natural. Estos cambios hacen que la piel sea más frágil y sensible a las agresiones externas.

  • Los factores genéticos también pueden predisponer a ciertas personas a tener una piel más sensible o reactiva.

  • Las fluctuaciones hormonales, tanto en hombres como en mujeres en la pubertad. Además, el embarazo, el ciclo menstrual y la menopausia pueden aumentar la sensibilidad de la piel.

  • La barrera cutánea debilitada por la falta de cuidado e hidratación, o un desequilibrio del microbiota, puede hacer que la piel sea más vulnerable a irritantes y alérgenos, aumentando su reactividad.

Estilo de vida

Una piel sensible puede ser el reflejo de un estilo de vida desequilibrado debido a:

  • La falta de sueño, que impide que la piel se regenere eficazmente.

  • Un nivel de estrés demasiado alto, que estimula la producción de cortisol y hace que la piel sensible sea más vulnerable a las agresiones externas.

  • Una alimentación pobre en nutrientes (omega, vitaminas y antioxidantes) y rica en grasas que debilita las defensas naturales de la piel.

  • Excesos como sal, alcohol, tabaco, carbohidratos que son perturbadores internos capaces de provocar reacciones cutáneas y afectar la integridad de la piel.


Cuidar la piel sensible requiere un enfoque global, adoptando un estilo de vida sano y equilibrado para preservar su apariencia. El microbiota también juega un papel determinante, ya que permite mantener el equilibrio de la piel y protegerla de problemas cutáneos.

Consejos para cuidar una piel sensible

Para cuidar una piel sensible, es esencial utilizar productos suaves y calmantes que respeten la barrera cutánea. Prioriza cuidados hipoalergénicos y sin perfume para minimizar el riesgo de irritación y reacción cutánea. También es importante una buena protección contra las agresiones externas, para todos los tipos de piel. La aplicación diaria de una crema hidratante y un protector solar es muy recomendable para limitar los daños ocasionados por los rayos UV incluso en invierno.


📜 Aquí tienes ocho recomendaciones para cuidar la piel sensible cada día:

  1. Desmaquillarse todas las noches sin excepción.

  2. Aceites vegetales no comedogénicos pueden aplicarse cada noche sobre la piel sensible después de la crema hidratante: argán, cáñamo, aguacate o jojoba.

  3. Hidratar el cuerpo después de la ducha: crema, aceite o aloe vera.

  4. Utilizar jabones suaves con ingredientes hidratantes y calmantes como miel, almendra dulce, aloe vera, agua de rosas, avena y manzanilla.

  5. Beber al menos 1,5 L de agua al día para hidratar la piel desde el interior.

  6. Instalar un ablandador de agua para controlar el pH y eliminar la cal.

  7. Lavar el rostro mañana y noche con soluciones suaves, sin colorantes, perfumes ni productos irritantes, para no agravar los signos de la piel sensible.

  8. Preferiblemente utilizar la misma marca de producto cosmético para la rutina facial.

Así tu piel te lo agradecerá 🙏

Errores a evitar con una piel sensible

Con una piel más sensible, es importante evitar ciertos errores y adaptar el cuidado de la piel según sus problemáticas. En la gran mayoría de los casos, hay gestos que deben evitarse, como cambiar de producto con frecuencia para no alterar el equilibrio cutáneo. Se pueden considerar rutinas invierno-primavera y verano-otoño.


Los exfoliantes con gránulos son demasiado agresivos para las personas con piel sensible y, en general, la exfoliación debe aplicarse como máximo una vez por semana. Se recomienda no descuidar la rutina de mañana y noche. También será necesario ser constante para mantener y proteger la piel sensible a diario. Finalmente, evita productos demasiado irritantes, con base de alcohol, aceites esenciales potentes y perfumes que puedan agredir aún más la piel.


Todo el mundo debería cuidar su piel, sea más o menos sensible. Sin embargo, todas las personas con una sensibilidad mayor deberán ser más cuidadosas y prestar más atención a su piel. Es muy recomendable implementar una rutina de cuidado especial para piel sensible con productos adaptados a estas problemáticas. Para entender las reacciones de tu piel sensible, se recomienda consultar a un dermatólogo o alergólogo para elegir los productos que correspondan a tu piel.


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Tout savoir sur la peau sensible

Comment savoir si on a une peau sensible ?

Une peau sensible réagit facilement aux facteurs externes, comme les produits cosmétiques, les changements climatiques ou le stress. Si votre peau est réactive ou souvent inconfortable (tiraillement, rougeur, démangeaisons), elle peut être sensible.

Pourquoi ma peau est devenue plus sensible ?

Cela peut être la cause d’un grand nombre de facteurs, il est souvent recommandé d’en connaître la raison. Cependant, vous pourrez déjà appliquer les conseils ci-dessus pour soulager votre peau. L’huile de germe de blé, l’huile d’amande douce et de nigelle pourront apaiser rapidement les tiraillements et les sensations de brûlures.

Qu'est-ce qu'une peau hyper réactive ?

Une peau hyper réactive est une peau qui réagit de manière excessive à divers facteurs comme les produits cosmétiques, les changements de température ou même le stress. Elle présente des rougeurs, des picotements, des brûlures ou des irritations immédiates, parfois même au contact de produits doux. Sa sensibilité est particulièrement exacerbée.

Que faut-il utiliser pour les peaux sensibles ?

Pour les peaux sensibles, il est recommandé d'utiliser des produits doux, hypoallergéniques et sans parfum. Privilégiez des soins apaisants avec des ingrédients comme l'avoine, l'aloe vera ou la camomille. Optez également pour des nettoyants et crèmes hydratantes adaptés, ils protègent la barrière cutanée sans l’agresser.

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