Vitamina C: ¿cuáles son los beneficios para el deporte y el culturismo?
Vitamina C, también llamado ácido ascórbico, es una vitamina esencial para el cuerpo humano. Hidrosoluble, es decir soluble en agua, está presente de forma natural en frutas y verduras.
Reconocida por sus propiedades antioxidantes e inmunoestimulantes, la vitamina C es sin duda una de las vitaminas más consumidas en el mundo como complemento alimenticio por los deportistas.
Pero como el cuerpo no puede producirlo ni almacenarlo, es importante consumirlo regularmente para cubrir sus necesidades nutricionales. Esto es especialmente cierto entre los deportistas y practicantes de culturismo, porque la vitamina C se elimina a través de la transpiración.
¿Por qué tomar vitamina C? ¿Cuál es la dosis recomendada para deportistas? ¿De qué forma deberías complementar? Hacemos balance.
Práctica de deporte y culturismo: mayores necesidades de vitamina C
La actividad física regular aumenta significativamente la necesidad de vitamina C del cuerpo.
De hecho, durante el ejercicio deportivo, el cuerpo produce sustancias nocivas para el organismo llamadas radicales libres. Como la vitamina C es un poderoso antioxidante, ayuda a neutralizar el daño causado por los radicales libres. Por tanto, es fundamental aumentar su ingesta en consecuencia.
Los 4 principales beneficios de un tratamiento con vitamina C para deportistas y practicantes de culturismo
Contribuye a la fatiga.
La vitamina C juega un papel importante en la síntesis de neurotransmisores en el cerebro y el sistema nervioso. ¡También contribuye al metabolismo energético normal así como al funcionamiento normal del sistema inmunológico! ¡Es, por tanto, la vitamina ideal para combatir el cansancio temporal y recuperar la vitalidad del organismo!
Favorece la recuperación después de un esfuerzo intenso.
Gracias a su papel como antioxidante, la vitamina C favorece el funcionamiento normal del sistema inmunológico y protege las células musculares del daño causado por los radicales libres. Su acción ayuda así a favorecer la recuperación y el crecimiento muscular.
Ayuda a prevenir la degradación muscular.
La vitamina C promueve la absorción de hierro, que es necesario para ayudar a que el oxígeno se una a la hemoglobina en la sangre. La vitamina C actúa así positivamente sobre la regulación de los niveles de oxígeno en los tejidos musculares y contribuye a fortalecer las paredes de los capilares sanguíneos de los músculos.
Facilita la curación de heridas y fracturas.
La vitamina C participa en la formación de colágeno, proteína esencial para el mantenimiento y regeneración de la masa ósea, piel, tendones y músculos. Por tanto, favorece la reparación de los tejidos corporales. Esta función es particularmente beneficiosa durante y después del ejercicio para reducir el riesgo de lesiones y facilitar el proceso de curación.
¿Cuáles son las ingestas recomendadas para mejorar el rendimiento deportivo y muscular?
Se recomienda la ingesta regular de vitamina C para mejorar el rendimiento y alcanzar tus objetivos deportivos. Muchos deportistas y culturistas incluyen vitamina C en su rutina diaria además de otros suplementos, como suero y aminoácidos.
Como parte de una actividad física intensa, la dosis sugerida es 1000 mg-2000 mg por día. Se recomienda dividir la dosis diaria en 2 o 3 tomas durante el día y consumir vitamina C durante una comida.
Como la vitamina C es soluble en agua, no hay riesgo de sobredosis: el exceso de vitamina C se elimina por la orina. No obstante, un consumo excesivo de vitamina C puede provocar efectos secundarios (diarrea, hinchazón, calambres). Por lo tanto, debes escuchar a tu cuerpo y aumentar la dosis gradualmente.
Tomar un complemento alimenticio a base de vitamina C: ¿una buena idea?
Para satisfacer sus necesidades de vitamina C, es fundamental consumir suficientes frutas y verduras todos los días.
Sin embargo, cuando sabemos que la vitamina C es una vitamina frágil que se deteriora rápidamente al contacto con el aire y la luz, y las frutas y verduras contienen cada vez menos en estos días, la suplementación ocasional es una opción a considerar.
Si desea realizar un tratamiento con vitamina C, tiene a su disposición varias opciones: vitamina C en polvo, económica y que le permite dosificar con precisión su ingesta según sus necesidades; cápsulas, fáciles de consumir y llevar a todas partes; finalmente, la forma liposomal, muy asimilable y muy bien tolerada por el organismo.