¿Cuáles son las vitaminas prenatales más importantes para un embarazo saludable?
La fase prenatal corresponde a todos los procesos que tienen lugar desde la fecundación hasta el nacimiento del bebé. Durante este período se producen cambios en todos los niveles del cuerpo, como aumento del volumen sanguíneo total, disminución de la presión arterial, aumento del volumen del tórax y del útero, entre otros.
Para s'adaptador Con todos estos cambios, y para el buen desarrollo del embarazo, las necesidades del organismo de determinadas vitaminas (y minerales al mismo tiempo) tienden a aumentar. Y sí, el crecimiento del nuevo ser moviliza más recursos !
Pero este aporte de nutrientes, que obtenemos de forma natural a través de los alimentos, muchas veces es insuficiente. Por tanto, la prescripción de vitaminas y minerales para complementar la ingesta alimentaria es bastante común.
3 vitaminas y minerales esenciales durante el embarazo
Todas las vitaminas y minerales son importantes, eso es un hecho. Cada uno realiza funciones específicas que permiten que el cuerpo funcione. Pero durante el embarazo algunos tienen una especial importancia haciendo imprescindible su consumo.
1. Ácido fólico (o vitamina B9)
Es una de las vitaminas más importantes porque interviene en la formación del tubo neural (estructura en forma de tubo a partir de la cual se genera todo el sistema nervioso). El consumo insuficiente de ácido fólico puede provocar defectos del tubo neural.
Lo ideal es empezar complementarse tres meses antes de la concepción del bebé porque el tubo neural se forma durante el primer mes de embarazo. Iniciar el tratamiento algún tiempo antes del embarazo reduce cualquier riesgo de deficiencia de ácido fólico al inicio del embarazo. Y por tanto favorecer el correcto desarrollo del tubo neural del bebé.
El ácido fólico también interviene en la formación de glóbulos rojos, imprescindibles para la oxigenación de nuestras células.
En definitiva, ¡una doble acción que explica el papel crucial de esta vitamina!
2. Vitamina D y calcio
A medida que el feto se desarrolla, aumenta la necesidad de calcio, esencial para los huesos y los dientes. Por ello, a menudo se recomienda un tratamiento de este mineral esencial para las mujeres embarazadas. Además, se recomienda asociar vitamina D (o calciferol), que favorece la absorción de calcio.
Los estudios también han destacado otro beneficio de tomar calcio durante el embarazo sobre la presión arterial, que tiende a ser muy alta en algunas mujeres durante el embarazo.
3. Hierro
El hierro es un mineral esencial para la formación de glóbulos rojos y hemoglobina en el cuerpo. Es de vital importancia durante el embarazo, tanto para la gestante como para el bebé.
Para mujeres embarazadas : durante el embarazo, el volumen sanguíneo total aumenta. Por tanto, las necesidades de hierro del organismo aumentan en consecuencia. Las necesidades insatisfechas de hierro pueden provocar un déficit, lo que provoca fatiga intensa.
para el bebe : para su correcto desarrollo también es necesario un aporte suficiente de hierro por parte del bebé.
En general, es preferible iniciar la suplementación con hierro durante el segundo trimestre del embarazo para no agravar las molestias digestivas, y bajo prescripción médica. Durante este período, es preferible optar por una dieta rica en hierro (ejemplos de alimentos: hígado, carnes rojas, mariscos, espinacas, pavo, lentejas) para compensar un posible déficit nutricional.
¿Cómo complementar?
Para complementar tu ingesta dietética de vitamina B9, vitamina D y hierro, puede ser interesante recurrir a un suplemento multivitamínico. Este tipo de productos suele combinar una determinada cantidad de nutrientes esenciales para las mujeres embarazadas. Sin embargo, siempre se debe aportar hierro además, mediante un tratamiento aparte, para no reducir los efectos beneficiosos del Multivitamínico.
Antes de iniciar un tratamiento Multivitaminas, recuerda consultar a tu médico o ginecólogo, quienes serán los más indicados para orientarte hacia el complemento adecuado a tus necesidades.
Por supuesto, no debemos abandonar el consumo decomida sana, bajo en sal y grasas. A excepción, por supuesto, de las grasas buenas como los ácidos grasos omega 3, importantes para el desarrollo cerebral del bebé y que se encuentran tanto en los alimentos (por ejemplo, pescados grasos) como en los complementos alimenticios.