¿Cuánto tiempo tarda en digerir? Optimizar y comprender su sistema digestivo no es solo cuestión de lo que hay en el plato.
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La digestión, un proceso natural e invisible que convierte nuestras comidas en energía, sigue siendo un enigma para muchos y, a menudo, una fuente de incomodidad. Pesadez postprandial, digestión lenta, reflujo ácido… ¿Te resulta familiar?
Mientras algunos se sienten ligeros incluso después de un banquete, otros experimentan una digestión complicada desde los primeros bocados.
La duración de la digestión varía enormemente de una persona a otra debido a varios factores: tipo de alimentos, estilo de vida, hidratación, actividad física, estado emocional, antecedentes personales y, por supuesto, el microbioma intestinal.
En honor a todos los “desabrochados” post comida y los remedios de limón con bicarbonato cargados de esperanza, Novoma se ha sumergido en el tema. 🧐
➡️ Un análisis del mecanismo de la digestión, los factores que influyen en su duración y cómo optimizarlo según tu perfil digestivo.
¿Cuáles son las etapas del proceso digestivo?
La duración de la digestión depende del desarrollo del proceso digestivo en cada etapa del organismo.
La masticación: la primera etapa de la digestión
Contrariamente a lo que se podría pensar, la digestión no comienza en el estómago, ¡sino en la boca!
La masticación, una etapa preliminar imprescindible, a menudo se pasa por alto. Sin embargo, masticar permite triturar los alimentos en pequeños trozos, facilitando su paso por el tubo digestivo (y el trabajo posterior).
Masticar estimula la producción de saliva, compuesta por enzimas encargadas de iniciar la descomposición de los carbohidratos. En otras palabras, masticar bien es ya digerir y dar un empujón al sistema digestivo.
☝️¿Sabías que? El flujo salival (cantidad de saliva producida) varía entre 0.5 y 1.5 litros al día, dependiendo de nuestros hábitos alimenticios.
Otro beneficio de la masticación: tomarte el tiempo para saborear tu plato te ayuda a percibir mejor los sabores e incluso a reducir las porciones. Al prestar atención a tus sensaciones, es más fácil reconocer la saciedad.
El estómago: el laboratorio de la digestión
Una vez masticados, los alimentos se dirigen al estómago, donde la digestión toma un giro más “químico”.
➡️ Los jugos gástricos (compuestos principalmente de ácido clorhídrico y pepsina) desintegran las proteínas en aminoácidos. Los alimentos permanecen en el estómago entre 2 y 4 horas en promedio, dependiendo de su naturaleza y composición.
Por ejemplo, un filete jugoso cubierto de queso (proteínas y lípidos) tomará mucho más tiempo en digerirse que un tazón de sopa (principalmente compuesto de agua, fibras y carbohidratos).
Durante este tiempo, los alimentos se transforman en quimo, una especie de pasta de textura semi-líquida que facilita el proceso siguiente. La duración de la estancia en el estómago varía según la cantidad y el tipo de alimentos ingeridos, así como la rapidez con la que comiste.
El intestino delgado: el centro de absorción de nutrientes
Después del estómago, los alimentos llegan al intestino delgado, donde tiene lugar la etapa más importante: la absorción de nutrientes.
Los carbohidratos, proteínas, grasas, así como vitaminas y minerales se descomponen y son asimilados por el organismo:
➡️ Las grasas se descomponen en ácidos grasos gracias a la bilis producida por el hígado y a las enzimas pancreáticas;
➡️ Las proteínas son digeridas por la tripsina y otras enzimas, para luego ser absorbidas y transportadas por la sangre a órganos y tejidos según sus funciones;
➡️ Los carbohidratos se transforman en glucosa (la fuente de energía favorita del organismo) y son absorbidos por la sangre.
El paso de los alimentos por el intestino delgado puede durar entre 4 y 6 horas. Aquí, la duración de la digestión está determinada por la composición de los alimentos ingeridos.
Lógicamente, una mala absorción puede llevar a deficiencias en ciertos nutrientes.
El colon o intestino grueso: la etapa final
Después de atravesar el intestino delgado, lo que queda de los alimentos – principalmente fibras y desechos no digestibles – llega al colon o intestino grueso.
El agua es reabsorbida, y las fibras no digeridas son fermentadas por las bacterias intestinales. Esta fermentación genera gases y sustancias beneficiosas como los ácidos grasos de cadena corta.
☝️Dato curioso: las fibras alimenticias fermentables, presentes en frutas y verduras, son conocidas por sus beneficios en la neoglucogénesis intestinal gracias a los ácidos grasos de cadena corta producidos. Su consumo contribuye al equilibrio de la flora intestinal, a una digestión saludable y a la regulación de la glucemia.
La etapa en el colon puede durar hasta 24 horas o más. Es en esta etapa donde se forman las heces, listas para ser evacuadas.
¿Qué factores influyen en la duración de la digestión?
Además de las etapas fisiológicas, la duración de la digestión depende de numerosos factores, de ahí la complejidad del tema.
La naturaleza de los alimentos: no todo se digiere a la misma velocidad
No todos los alimentos son iguales frente a la digestión: por un lado debido a su composición, y por otro, dependiendo si se consumen de manera aislada o combinados con otros.
➡️ Las proteínas, como la carne o el pescado, requieren un esfuerzo adicional del estómago. La descomposición de las proteínas puede tardar hasta 4 horas.
➡️ Los carbohidratos tienen una velocidad de absorción rápida, especialmente cuando se consumen solos fuera de las comidas.
Los alimentos ricos en fructosa (como las frutas) y con un índice glucémico elevado son los más rápidos de digerir. Los alimentos con índice glucémico bajo, como los cereales integrales, se digieren más lentamente y proporcionan una sensación de saciedad durante un periodo más prolongado.
➡️ Las grasas, aunque esenciales para nuestro organismo, ralentizan el proceso digestivo al permanecer más tiempo en el estómago. Una comida rica en grasas como una pizza tomará más tiempo en ser digerida que una ensalada con nueces y queso.
Los hábitos alimenticios y el ritmo de vida
Como se mencionó anteriormente, la velocidad con la que comes puede influir en la duración de la digestión.
Una comida consumida en pocos minutos ejerce más presión sobre el estómago: los alimentos mal masticados requieren un esfuerzo mayor para ser digeridos.
En cambio, tomarte tu tiempo para saborear la comida permite que las enzimas salivales comiencen a descomponer los alimentos, facilitando su digestión en el estómago.
☝️En cuanto a los hábitos alimenticios, los horarios de las comidas también afectan la duración de la digestión. Comer de manera desordenada y tarde en la noche puede alterar las señales de hambre y saciedad.
Un estudio de 2022 publicado en la revista Cell Metabolism revela que las comidas tardías están asociadas con un proceso digestivo perturbado, una menor sensación de saciedad y un mayor riesgo de aumento de peso.
La hidratación: el agua, clave para la digestión
El agua ayuda a lubricar el paso de los alimentos por el intestino y a ablandar las heces, previniendo el estreñimiento.
☝️ Precaución: beber grandes cantidades de agua durante las comidas puede diluir los jugos digestivos y ralentizar el proceso digestivo. Esto también aplica para los deportistas: la actividad física intensa puede conducir a una pérdida significativa de minerales esenciales (magnesio, potasio, sodio, etc.).
Para compensar los efectos de una sesión de ejercicio o periodos de mucho calor, opta por una bebida rica en electrolitos y vitaminas. Versión casera: un vaso grande de agua con jugo de limón, un poco de miel y sal rosada del Himalaya, conocida por su riqueza en minerales.
✅ Nuestro consejo: bebe a lo largo del día para mantener una buena hidratación y toma pequeños sorbos durante tus entrenamientos.
Los tratamientos médicos y el bienestar general
El estrés, la fatiga, ciertas afecciones o el uso de determinados medicamentos pueden influir en la duración de la digestión.
➡️ El estrés tiende a ralentizar la digestión al modificar la producción de enzimas y la motilidad intestinal. El nivel de cortisol afecta directamente a las neuronas que componen el sistema nervioso entérico, que regula las funciones gastrointestinales.
➡️ Algunos tratamientos médicos son conocidos por su impacto en la digestión, el ritmo natural del tránsito intestinal y el equilibrio de la flora intestinal.
¿Cómo identificar una digestión lenta y una digestión rápida?
Digestión lenta o rápida: ¿sabes identificar tu perfil? ¡Conocerlo permite actuar sobre los factores que influyen en la duración de la digestión!
Digestión lenta
Una digestión lenta generalmente se manifiesta con sensaciones de pesadez, hinchazón varias horas después de las comidas y evacuaciones irregulares con episodios de estreñimiento.
Las causas frecuentes de una digestión lenta:
➡️ Fuera de trastornos identificados, la causa más común es la alimentación. Un exceso de grasas y alimentos procesados, combinado con poca hidratación y una ingesta insuficiente de fibra, prolonga la duración de la digestión.
Digestión rápida
Una digestión rápida, por el contrario, se caracteriza por evacuaciones frecuentes y blandas, así como molestias digestivas y calambres. Dicho de otra manera, las comidas suelen ir seguidas de ruidos estomacales y una sensación incómoda. ¡La expresión “se está trabajando” toma todo su sentido! 😐
Las causas frecuentes de una digestión rápida:
➡️ Trastornos del sistema digestivo: las personas con SII (Síndrome del Intestino Irritable) a menudo enfrentan molestias como diarrea, calambres y mala absorción de nutrientes debido a la permeabilidad intestinal.
➡️ Tránsito intestinal acelerado: suele estar relacionado con molestias digestivas temporales como intoxicación alimentaria, gastroenteritis, una dieta rica en fibra o exceso de estimulantes (cafeína, bebidas energéticas).
➡️ El caso de la menstruación: mujeres que leen esto, habrán notado que los días de regla suelen acelerar la digestión. Es completamente normal, ya que las contracciones uterinas comprimen el intestino, acelerando el trabajo digestivo.
Nuestros consejos para mejorar y facilitar la digestión
Una digestión difícil no es el fin del mundo: aquí tienes algunas acciones y soluciones para actuar sobre la duración de la digestión y facilitar su proceso.
Adoptar una alimentación equilibrada y rica en fibra
Comer de manera equilibrada y variada sigue siendo la regla número uno para facilitar el proceso digestivo, garantizar el bienestar general y optimizar los mecanismos fisiológicos.
✅ Nuestro consejo: Prioriza alimentos ricos en fibra como frutas frescas y secas, vegetales crudos y cocidos, cereales integrales y frutos secos (en cantidades moderadas, ¡son bombas calóricas!).
La fibra ayuda a regular el tránsito intestinal aumentando el volumen de las heces y facilitando su evacuación, además de alimentar las bacterias buenas del intestino.
Comer a horas regulares
Esta regla parece básica, pero seguir horarios regulares para las comidas influye en muchos mecanismos fisiológicos, como:
La sincronización de los procesos digestivos del cuerpo;
La regulación de los niveles de glucosa en sangre;
La producción de leptina y grelina, hormonas que influyen en la sensación de hambre y saciedad.
☝️ ¿Lo sabías? Según el enfoque tradicional ayurvédico, la capacidad digestiva varía según la hora del día y cada persona. En la India consideran que el “fuego digestivo” está en su apogeo entre las 12 y las 14 h, el momento del almuerzo principal.
✅ Nuestro consejo: Evita saltarte comidas, limita los snacks entre horas y organiza tu agenda para comer a horarios regulares.
Beber suficiente agua, sin excederse
Una buena hidratación durante todo el día es esencial para el tránsito intestinal: el agua facilita el paso de los alimentos por el sistema digestivo y previene el estreñimiento, afectando directamente la duración de la digestión.
✅ Como cualquier consejo de bienestar, el secreto está en la dosis: un exceso de agua puede diluir los líquidos corporales y dificultar la correcta absorción de nutrientes.
Limitar alimentos difíciles de digerir
Ciertos alimentos como fritos, platos picantes o productos lácteos (para quienes son intolerantes) pueden ralentizar la digestión y causar molestias digestivas.
✅ Nuestro consejo: Si no logras identificar los alimentos que causan molestias, lleva un registro de tus comidas durante unos días y elimina uno por uno ciertos grupos de alimentos para identificar a los culpables.
Regular los niveles de estrés
El estrés es uno de los factores que más influye en el proceso digestivo: en algunas personas acorta la duración de la digestión, mientras que en otras la prolonga.
✅ Nuestro consejo: Adopta rutinas diarias que fomenten la relajación. Las prácticas de la medicina tradicional china e india destacan la importancia de regular el sistema nervioso a través del movimiento y la respiración: pranayama, qi gong, yoga, meditación, caminatas conscientes, entre otros. Estas técnicas activan el sistema parasimpático y ayudan a reducir los niveles de estrés, facilitando la digestión en el proceso.
Algunas plantas adaptógenas pueden apoyar la regulación del estrés, como la ashwagandha, originaria de la farmacopea india. Reconocida por sus beneficios en la regulación del estrés y el estado de ánimo, será la aliada perfecta para quienes tienden a sentir ansiedad y molestias digestivas.
Un suplemento de ashwagandha actúa indirectamente en la esfera digestiva equilibrando diferentes mecanismos biológicos, mientras te ayuda a relajarte. 😎
Complementarse con probióticos
Los desequilibrios en la flora intestinal pueden ser tanto causa como consecuencia de problemas digestivos.
➡️ La toma de antibióticos, una infección digestiva o factores ambientales pueden alterar el equilibrio de la flora intestinal. Un microbioma desbalanceado resulta en digestión irregular y difícil.
Algunas personas experimentarán gases, flatulencias y una digestión rápida, mientras que otras notarán hinchazón y estreñimiento.
➡️ Además, virus estacionales, intoxicaciones alimentarias o condiciones digestivas específicas (SII, Crohn, etc.) pueden afectar la calidad de la flora intestinal.
✅ Nuestro consejo: Opta por un tratamiento con probióticos para apoyar y regular los procesos digestivos, mejorando al mismo tiempo el confort intestinal y el bienestar general.
¿Por qué? Los probióticos están compuestos de bacterias beneficiosas presentes de manera natural en el intestino y ayudan a regular el tránsito, reforzando la barrera intestinal. Puedes encontrarlos en yogures, kéfir o en suplementos alimenticios.
Nuestro suplemento de probióticos ha sido diseñado para abordar estas molestias digestivas, ¡y mucho más!
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Lee también: Probióticos y vientre plano, ¿mito o realidad?
La digestión es, sin duda, un proceso complejo influido por numerosos factores, desde la naturaleza de los alimentos hasta los hábitos alimenticios. ¿El secreto? Adopta hábitos que respalden tu digestión para recuperar el bienestar general.
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