¿Cómo preparar tu piel para el sol?

Al final del invierno, nuestra piel se ha acostumbrado al tono grisáceo de la estación fría. Los primeros rayos del sol primaveral son especialmente agresivos para nuestra tez ligeramente pálida. 

Preparar tu piel para el sol te permite disfrutar de todos los beneficios de los primeros rayos de sol, mientras te proteges de los peligros de los rayos UV.

En Francia, el período de máxima insolación es entre mayo y julio. Por eso es recomendable preparar tu piel para el sol en primavera, incluso si no vas de vacaciones al mar. 

Excursionistas de montaña o jardineros amantes de sus macizos de flores: ustedes también se exponen al sol, sus beneficios y sus perjuicios.

Si vas a salir al sol, especialmente en pleno invierno, es necesario anticipar tu estancia para preparar tu piel para el sol. Espere un mes antes de su salida.

Un matorral es el primer paso para preparar adecuadamente tu piel para el sol. Limpia la superficie de la epidermis de la piel muerta para luego broncearse de manera más uniforme. 

Utiliza preferentemente un exfoliante suave, lo más natural posible, a base de azúcar o café por ejemplo, y sobre todo adaptado a tu tipo de piel.  

El exfoliante también introduce el segundo paso de tus preparativos: ¡la hidratación!

Hidrata tu piel Después de la exfoliación permite que las capas superiores de la epidermis absorban mejor la crema.   

También puedes hidratar tu piel desde el interior. Bebe suficiente agua Es esencial para beneficiarse de una piel hermosa y ayuda a preparar adecuadamente la piel para el sol.

Preparar la piel para el sol también significa anticiparse protegiéndola del sol.   

EL luz del sol, en particular los rayos UV, son peligroso para la piel. Pueden provocar quemaduras inicialmente, pero también desestabilizar el equilibrio de la piel y provocar el envejecimiento prematuro de las células de la piel.   

A Por lo tanto, la protección solar es esencial.. Desde las primeras exposiciones, en primavera, protégete con un protector solar de índice adaptado a tu piel, e incluso ropa y sombrero durante las horas más intensas del día.

Una buena alimentación te ayuda a tener una piel hermosa. Una piel sana es más resistente a las agresiones externas como el viento, la contaminación y los rayos UV.  

Los alimentos que pueden proteger tu piel del sol son alimentos coloridos, muy ricos en antioxidantes. 

Come color: alimentos ricos en vitaminas y betacarotenos como zanahorias, espinacas, melón.

Preparar tu piel para el sol requiere un poco de rigor. Para evitar los peligros de la exposición al sol, es mejor evitar estos pequeños pasos en falso.

Al querer tener una piel demasiado suave, acabamos atacándola con exfoliaciones repetitivas o demasiado abrasivas. La exfoliación elimina las células muertas de la superficie de la epidermis. Cuando este tipo de cuidado corporal es demasiado frecuente o demasiado intenso, resulta perjudicial para la piel, volviéndola más frágil y más sensible a las agresiones.

Hidratación : ¡es la base de cualquier cuerpo sano! 

Para la piel y para todo el cuerpo, nunca lo repetiremos lo suficiente: hay que hidratarse regularmente. Durante tus salidas o vacaciones no salgas sin tu botella de agua para que puedas saciar tu sed a lo largo del día.   

Luego, al regresar, aplicar un bálsamo corporal hidratante tendrá efectos beneficiosos sobre las capas externas de la epidermis.  

Esto empieza a ser una práctica habitual: ya nadie va a la playa sin su tubo de crema solar. 

Sin embargo, todavía hay muchas situaciones en las que aplicar protección solar no es un reflejo. 

Piensa en ese primer día soleado de primavera que pasaste en tu jardín. ¿Y este viaje a la ciudad con amigos? Durante estos momentos los efectos del sol están muy presentes: los buenos y los malos. Es necesario prevenirlo lo antes posible.

Ya lo entiendes, preparar tu piel para el sol no se puede improvisar. Pero ¿qué beneficio obtenemos de ello?  

La piel deshidratada es seca, apagada y muy sensible a quemaduras y agresiones externas. Preparar la piel para el sol es un poco como poner en marcha un círculo virtuoso para nuestra salud y belleza. La piel está mejor nutrida, mejor hidratada: produce más melanina, por lo que resiste mejor los ataques del sol y se broncea más fácilmente. 

Fácil, ¿verdad? Para ir más allá, te lo explicamos aquí Cómo mantener tu piel dorada por más tiempo.

La piel sana no se siente tirante. Una piel suave y tersa es una piel bien hidratada y bien nutrida.

No todos los tipos de piel se broncean con la misma intensidad. Sea cual sea tu tono de piel, un bronceado bonito es, ante todo, un bronceado uniforme. Una adecuada preparación para el sol permite obtener un bronceado más uniforme. La piel queda libre de células muertas y bien hidratada. La síntesis de melanina en la piel es entonces más regular.   

En resumen, preparar tu piel para el sol es bastante sencillo. Se trata sobre todo de llevar un estilo de vida saludable para:   

• - ¡Hidrátalo por dentro y por fuera!  

• - Aliméntelo con alimentos ricos en vitaminas y ácidos grasos esenciales y complementos alimenticios adecuados.   

• - Mímala con exfoliantes suaves.  

• - ¡Y sobre todo, protégela!    

La piel es frágil. Para mantenerlo sano es necesario cuidarlo durante toda su vida, y prepararlo para el sol es parte de ello.