Deficiencia de zinc: síntomas, causas y soluciones
Durante todo el año oímos hablar de falta de vitamina D, vitamina C o magnesio… ¿Y zinc en todo eso?
Igual de esencial para el organismo, el zinc se olvida con demasiada frecuencia. Sin embargo, es uno de los primeros reflejos que se manifiestan cuando se siente una ola de frío o se sospecha una deficiencia.
Pero entonces ¿a quién afecta esta deficiencia? ¿Como reconocer los sintomas? ¿Y cuáles son los reflejos que hay que tener para evitar una deficiencia de zinc?
¡No te preocupes, aquí te lo explicamos todo!
¿Qué es el zinc?
El zinc es un oligoelemento o sal mineral importante para el organismo.. Como todos los oligoelementos (hierro, magnesio, etc.), está presente en cantidades muy pequeñas en nuestro organismo y nuestro organismo no puede producirlo de forma natural. Por tanto, será necesario recurrir a la alimentación para proporcionarlo diariamente y evitar deficiencias de zinc.
Contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario, desempeña un papel protector contra envejecimiento celular pero también afecta la salud de la piel, uñas y cabello. Además, el zinc tiene una acción antiinflamatoria y cicatrizante, por lo que suele citarse para ayudar a reducir el acné.
La importancia del zinc para nuestro organismo
Su papel más importante se juega en nuestro sistema inmunológico.
Investigadores del INSERM, del CNRS y del Instituto Pasteur han destacado el papel del zinc en la eliminación de bacterias: es utilizado por las células inmunes (macrófagos) para intoxicar un elemento patógeno y así ayudar a su eliminación.
Por lo tanto, se toma de forma curativa, pero también puede ayudar de forma preventiva para reforzar y estimular la inmunidad y así evitar enfermedades invernales o reducir sus síntomas.
La importancia del zinc en algunos puntos:
- Antioxidante;
- Estimula el sistema inmunológico;
- Participa en la eliminación de microbios;
- Antiinflamatorio: particularmente útil en casos de problemas de la piel;
- Mantener uñas y cabello sanos;
- Participa en la síntesis de proteínas;
- Mantenimiento de la visión normal;
- Papel en la división celular;
- Acción sobre el sistema nervioso;
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Deficiencia de zinc
A deficiencia de zinc Puede ser frecuente y sospecharse a menudo después de una enfermedad, por ejemplo. No es fácil de detectar, por lo que es importante aprender a reconocer los síntomas con el fin de cubrir las necesidades de nuestro organismo y no dudar en realizar tratamientos si es necesario.
Síntomas de deficiencia de zinc
Varios síntomas pueden alertarle de una posible deficiencia de zinc:
- Gordo fatiga ;
- Inflamación de la piel y problemas de la piel;
- Mala curación;
- Uñas estriadas y quebradizas;
- Pérdida de cabello ;
- Pérdida de apetito y peso;
- Infecciones múltiples;
- Irritabilidad y ansiedad.
Ciertos sentidos también pueden verse alterados: por eso hay que estar atentos a la percepción de la vista, el olfato o el gusto.
Causas de la deficiencia de zinc.
Existen múltiples causas de deficiencia de zinc. Pueden deberse a un desequilibrio mineral provocado por una enfermedad como una gastroenteritis (que provoca vómitos) o una fiebre que provoca sudoración intensa, por ejemplo.
También podemos señalar al consumo de tabaco y alcohol como responsable de la falta de zinc.
Por último, una dieta desequilibrada tendrá un efecto perjudicial directo sobre nuestros niveles de zinc. Por lo tanto, nos ocuparemos de mantener una dieta equilibrada para cubrir la necesidades del cuerpo y evitar la deficiencia de zinc.
Personas más propensas a la deficiencia de zinc
EL necesidades de zinc no son iguales según los hábitos de vida y la edad.
De hecho, después de los 60 años, no es raro sufrir una deficiencia de zinc.
Esto puede explicarse por la ingesta de determinados medicamentos que provocan interacciones con la absorción de oligoelementos, pero también por una sistema inmunológico más débil lo que lleva a infecciones repetidas.
Además, las personas que padecen enfermedades digestivas como la enfermedad de Crohn o una enfermedad hepática crónica suelen sufrir una falta de zinc.
También podemos citar el Los veganos como personas con mayor riesgo de sufrir una deficiencia. en zinc, esto se explica por el hecho de que su elección de alimentos excluye fuentes excelentes de zinc como la carne y el marisco.
Por último, las mujeres embarazadas o en período de lactancia suelen ser el objetivo de una deficiencia de zinc.
Información adicional para nuestros deportistas: Estar atentos ya que el transpiración excesiva puede hacer que nuestro cuerpo pierda oligoelementos valiosos, incluido el zinc.
¿Qué soluciones se pueden encontrar para la deficiencia de zinc? ¿Cómo prevenirlo y cómo curarlo?
Afortunadamente, una deficiencia de zinc no es inevitable. Puede corregirse rápidamente mediante un reequilibrio dietético o suplementos de zinc.
Una dieta más rica y variada
Sabemos que la dieta actual no siempre nos permite satisfacer todas las necesidades fisiológicas : alimentos no vivos o ultraprocesados, la falta de zinc se corrige primero en el plato. La mejor manera de evitar la deficiencia de zinc es llevar una dieta variada y nutritiva para tener un aporte suficiente de oligoelementos, vitaminas, aminoácidos o ácidos grasos, por ejemplo.
En cuanto al zinc, se encuentra en los cereales integrales, las oleaginosas (nueces, avellanas, almendras, etc.), el cacao, la ortiga, las legumbres, los huevos (la yema) y especialmente en las proteínas animales y en los mariscos como las ostras y la langosta por ejemplo.
En cas de deficiencia comprobada Y repetitivo, la tomando complementos alimenticios suele ser una buena alternativa para suplir estas deficiencias de forma rápida y a largo plazo.
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Complementan el zinc
¡No es necesario esperar hasta sufrir una deficiencia de zinc para comenzar una cura! Los requerimientos diarios de zinc varían según la edad, el sexo y el peso y generalmente oscilan entre 8 y 15 mg. Esta dosis se puede conseguir tomando un complemento alimenticio a base de zinc.
Aquí te damos algunos consejos para un tratamiento exitoso:
- Elija un zinc de calidad y de fácil asimilación: el bisglicinato de zinc es la forma más estable y biodisponible para el organismo.
- La pareja Zinc + Vitamina B6: La vitamina B6 permite una mejor asimilación del zinc.
- Realizar un tratamiento de 2 meses, renovable si es necesario, respetando un descanso de 2 semanas entre tratamientos.
- Preste atención a la cantidad de zinc consumido. De hecho, cuando se consume en exceso, el zinc puede provocar efectos indeseables como dolores de estómago o náuseas, por ejemplo.
Ahora que el zinc ya no tiene secretos para ti, y si este artículo te habló, no esperes a sufrir una deficiencia para comenzar tu tratamiento con zinc, ¡empieza!
