femme peau atopique

Piel atópica: comprender, prevenir y aliviar los signos

¿Tu piel tira, pica, se enrojece sin motivo aparente? Si estas sensaciones son recurrentes, puede que formes parte de las muchas personas afectadas por la piel atópica. A diferencia de una piel simplemente sensible, la piel atópica está sujeta a crisis inflamatorias, que alternan entre fases de calma y periodos de mayor incomodidad.


Pero, ¿por qué algunas pieles reaccionan así? ¿Cuáles son los factores desencadenantes y, sobre todo, cómo mejorar su confort en el día a día?


Vamos a verlo en detalle.

mujer con piel atópica

¿Qué es una piel atópica?

La piel atópica no es simplemente una piel que reacciona a un cosmético o al frío. Es una condición crónica, ligada a una alteración de la barrera cutánea y del sistema inmunitario.


La piel atópica suele caracterizarse por:

  • Sequedad intensa, con sensación de tirantez permanente;

  • Picor recurrente, a veces muy fuerte, que provoca rascado;

  • Placas rojas e inflamadas, en ocasiones acompañadas de pequeñas lesiones;

  • Fases de brotes (crisis) alternando con fases de remisión.


Esta condición está muy relacionada con la dermatitis atópica, una enfermedad inflamatoria de la piel muy común, sobre todo en niños, pero que también puede persistir en adultos.

eczema en piel atópica

Causas y desencadenantes de la piel atópica

La piel atópica no aparece por casualidad. Su origen es multifactorial y combina predisposición genética, alteraciones en la barrera cutánea y un sistema inmunitario demasiado reactivo.

Una predisposición genética

La dermatitis atópica suele heredarse. Si uno de los padres la padece, el riesgo de que el hijo la desarrolle es elevado. Si ambos padres son atópicos, este riesgo puede alcanzar hasta un 80 %.


La causa: mutaciones en ciertos genes responsables de la producción de proteínas que refuerzan la barrera cutánea, como la filagrina. Cuando estas proteínas faltan, la piel se vuelve frágil, seca y mucho más permeable a los agentes externos.

Una barrera cutánea deficiente

La barrera cutánea actúa como un escudo natural que protege contra agresiones externas (frío, calor, contaminantes, microbios). En la piel atópica, esta barrera es más débil porque produce menos lípidos protectores.


Como consecuencia, la piel pierde agua con rapidez (deshidratación) y deja entrar alérgenos e irritantes. Resultado: picor, enrojecimiento e inflamación recurrentes.

mujer con piel atópica

Un sistema inmunitario hiperreactivo

Además de una barrera debilitada, la piel atópica suele ir acompañada de un sistema inmunitario sobrerreaccionando. 🤯


El organismo produce un exceso de anticuerpos IgE, responsables de las reacciones alérgicas. Así, el menor contacto con un alérgeno puede provocar una inflamación desproporcionada.


Este mecanismo explica por qué la piel atópica suele asociarse a asma, rinitis alérgica o alergias alimentarias.

Factores agravantes: los desencadenantes

Aparte de la genética y el sistema inmunitario, muchos factores externos pueden empeorar la piel atópica:

  • Clima: el frío seca, el calor aumenta la irritación y la contaminación favorece la inflamación.
  • Irritantes: jabones agresivos, detergentes, perfumes o ropa de lana que raspa.
  • Alérgenos: polvo, ácaros, polen, pelo de animales o ciertos alimentos.
  • Estrés: un nivel alto de estrés puede agravar los brotes y aumentar el picor.

Cómo calmar y manejar la piel atópica en el día a día

No existe una cura definitiva para la piel atópica, pero sí es posible reducir los síntomas y espaciar los brotes con los cuidados adecuados.

Hidratación intensiva y diaria

El primer gesto indispensable: hidratar la piel todos los días. Los emolientes ricos en lípidos restauran la barrera cutánea y reducen la sequedad.


Opta por texturas ricas y calmantes, sin perfume, especialmente formuladas para pieles atópicas. Aplícalas después de la ducha, sobre piel ligeramente húmeda, para retener mejor la hidratación.

Higiene suave y sin agresiones

Evita los jabones clásicos, demasiado agresivos. Prefiere los limpiadores syndet (sin jabón) o aceites lavantes, que limpian sin resecar.


El agua demasiado caliente agrava la sequedad: prefiere duchas cortas con agua tibia. 🚿

Tratamientos locales durante los brotes

En caso de brote, el dermatólogo puede prescribir corticoides tópicos en crema u pomada para reducir la inflamación. En algunos casos, se utilizan también tratamientos inmunomoduladores.


⚠️ Estos tratamientos deben aplicarse según la prescripción médica para evitar efectos secundarios.

Complementos alimenticios útiles

Además de los cuidados locales, ciertos complementos alimenticios pueden ayudar a reforzar la piel desde el interior:

  • Omega-3: con propiedades antiinflamatorias, mejoran la elasticidad y la hidratación de la piel.
  • Vitamina D: apoya el sistema inmunitario y contribuye al equilibrio cutáneo.
  • Probióticos: al favorecer el equilibrio de la microbiota intestinal, podrían reducir los brotes de dermatitis atópica.
cuidado para piel atópica

Puntos clave para recordar

  • La piel atópica es una enfermedad inflamatoria crónica que alterna brotes y fases de calma.
  • Su origen es multifactorial: genética, barrera cutánea frágil, sistema inmunitario hiperreactivo y factores externos.
  • Los síntomas principales son sequedad intensa, picor y eccemas recurrentes.
  • Los cuidados diarios (hidratación, higiene suave) y ciertos complementos alimenticios ayudan a calmar los síntomas.
  • No existe cura definitiva, pero un buen manejo mejora mucho la calidad de vida de los pacientes.

Con gestos sencillos, una rutina adaptada y el apoyo de complementos específicos, es posible recuperar el confort y limitar los brotes de la piel atópica.

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Tout savoir sur la peau atopique

C’est quoi avoir une peau atopique ?

Aussi appelée eczéma atopique, c’est une peau particulièrement sèche et réactive, sujette aux rougeurs, aux irritations et aux démangeaisons fréquentes.

Comment ne plus avoir la peau atopique ?

Il n’existe pas de solution définitive, mais une routine de soins adaptée et une alimentation équilibrée permettent de limiter les crises et d’améliorer le confort cutané.

Comment reconnaître une peau atopique ?

Elle est marquée par une sécheresse persistante, des rougeurs et une tendance aux démangeaisons, avec des poussées inflammatoires périodiques.

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