Cuidado de la piel seca: ¿cuáles elegir?
Sumario
La piel seca se caracteriza ante todo por una falta de lípidos, lo que la vuelve frágil, incómoda y vulnerable a la deshidratación. En este artículo, exploramos el cuidado de la piel seca. Por fin vas a entender la diferencia entre una piel seca y una piel deshidratada y cómo cuidar en profundidad una piel seca para que vuelva a estar suave y confortable. 🚿
Diferenciar la piel seca y la piel deshidratada
Antes de sacar la artillería pesada, empecemos por el principio: entender la diferencia entre piel seca y piel deshidratada. Así evitarás usar productos inadecuados.
Película hidrolipídica y problemas de la piel
La película hidrolipídica es la barrera protectora situada en la capa externa de la piel, el estrato córneo. Está compuesta principalmente por:
Agua que asciende desde las capas profundas de la piel.
Sebum producido por las glándulas sebáceas.
La función de esta barrera, entre otras, es proteger la piel de las agresiones externas y mantener su hidratación reteniendo el agua. Cuando la película hidrolipídica está desequilibrada, deja de cumplir su función protectora y es entonces cuando empiezan los problemas de piel.
Piel seca
La piel seca carece ante todo de lípidos, es decir, de grasa. Cuando las glándulas sebáceas no producen suficiente sebo para crear una barrera protectora equilibrada y eficaz, la piel se reseca. ¿Resultado? Una piel seca, fina, áspera al tacto, que tira y se descama.
Para recuperar el confort, la piel seca necesita:
Grasas para mantener su película hidrolipídica.
Hidratación para compensar la pérdida de agua.
Reconstruir esta capa protectora también limitará la evaporación del agua y mantendrá la hidratación de la piel. ¡Eso es lo que llamamos un círculo virtuoso!
Piel deshidratada
La piel deshidratada carece sobre todo de agua. Todos los tipos de piel pueden deshidratarse; por tanto, no es un tipo de piel, sino un estado temporal. Se manifiesta con un tono apagado, sensación de tirantez y, a veces, pequeñas líneas finas que aparecen especialmente alrededor de los ojos.
Si tu piel es seca y está deshidratada, necesita lípidos y agua. Si tu piel es grasa y está deshidratada, proporciónale hidratación, pero no lípidos. Tus glándulas sebáceas ya producen demasiado sebo.
Rutina de cuidado facial especial piel seca
Ahora que sabes qué le ocurre a tu piel, ¡pasemos a las soluciones! Con nuestra rutina especial para piel seca, vas a devolverle vida a tu epidermis. 💧
Limpieza suave
¡Adiós a los limpiadores que hacen demasiada espuma, agreden y resecan aún más tu piel! Opta por un limpiador suave que preserve tu barrera cutánea:
Aceites naturales,
Aceites o bálsamos desmaquillantes,
Leches limpiadoras,
Etc.
Hidratación diaria
La hidratación es el corazón de tu rutina de cuidado para piel seca. Opta por cremas ricas y muy nutritivas, priorizando aquellas que contengan emolientes.
Estos agentes emolientes y lipidizantes, como los aceites y mantecas vegetales ricos en ácidos grasos, aportan a tu piel los lípidos esenciales que necesita. Ayudan a restaurar la película protectora de la piel y a mantener su hidratación durante todo el día.
Piensa también en el poder hidratante del ácido hialurónico, que retiene el agua en las células de la piel:
Las cremas y sérums con ácido hialurónico atraen y retienen la humedad en las capas superiores de la piel.
El ácido hialurónico en complementos alimenticios aumenta la capacidad del organismo para retener la humedad en las células cutáneas.
Sérums y potenciadores nutritivos
Los sérums son los superhéroes de tu rutina. Penetran en profundidad para aportar nutrientes esenciales. Opta por sérums que contengan:
Ceramidas, ácidos grasos presentes de forma natural en la piel;
Escualano, derivado del escualeno, un lípido que forma parte del sebo humano;
Aceites naturales, para un efecto barrera que ayude a conservar la hidratación de la piel. 😊
Este aporte de lípidos ayudará a fortalecer la barrera cutánea de las pieles secas con falta de sebo. Si te preocupan las imperfecciones, elige aceite de aguacate o escualeno, que son no comedogénicos.
Exfoliación suave
Un solo consejo: ¡ve despacio! Prioriza una exfoliación suave una o dos veces al mes como máximo con exfoliantes enzimáticos, que eliminan las células muertas sin irritar tu piel.
Mascarillas nutritivas
Después de la exfoliación, regálale a tu piel una mascarilla nutritiva para revitalizarla en profundidad. Las mascarillas a base de aguacate, miel, manteca de karité o ácido hialurónico son especialmente eficaces para nutrir e hidratar la piel seca.
Protección solar
La exposición al sol agrede la piel y agrava la sequedad cutánea. No descuides la protección solar, incluso en invierno. Elige una crema solar hidratante que proteja tu piel seca de los rayos UV mientras le aporta un extra de hidratación.
Para terminar, elige productos naturales, sin alérgenos, alcohol ni otros químicos. Descarga la aplicación INCI Beauty y suscríbete a 60 Millions de Consommateurs y ¡no volverás a cometer el error de ponerte petróleo en la cara!
Nuestros DIY para cuidar una piel seca
¿Por qué gastar una fortuna cuando tu cocina está llena de soluciones? Para quienes disfrutan jugando a ser aprendices de químico, un cuidado casero para piel seca puede obrar maravillas. Aquí tienes algunas recetas DIY sencillas y eficaces para cuidar tu piel seca.
Aceites naturales para añadir a tu protocolo de piel seca
El aceite de almendras dulces, el aceite de coco o el aceite de aguacate son verdaderos tesoros para nutrir la piel seca. Añade unas gotas a tu crema de noche para nutrir y regenerar la piel en profundidad.
Atención, el aceite de coco es comedogénico, así que evítalo si tiendes a tener imperfecciones. |
Mascarilla casera especial pieles secas
Nada como una mascarilla casera para darle un chute de energía a tu piel. Mezcla aguacate bien maduro con una cucharada de miel y una cucharada de yogur natural para una mascarilla ultra nutritiva. Aplícala en el rostro, deja actuar 15 minutos y aclara con agua tibia. ¡Tu piel te lo agradecerá!
Una piel bien nutrida es una piel feliz. Pero no olvides que cada piel es única, así que escúchala y ajusta tus cuidados según sus necesidades.



