¿Piel mixta o grasa? Aprende a identificar tu tipo de piel y a cuidarla correctamente
Camille VALLOIS
7 min
Sumario
A veces es difícil distinguir entre una piel mixta y una piel grasa. Sin embargo, es un punto clave para elegir los cuidados adecuados y adaptar tu rutina de skin care según la naturaleza de tu piel. Entonces, ¿cómo no confundir una piel grasa con una mixta? Aquí tienes todas las explicaciones para ayudarte a elegir bien tus cuidados.
Piel mixta o grasa: ¿cuáles son las diferencias?
No siempre es fácil distinguir una piel grasa de una piel mixta. Aun así, es fundamental identificar bien tu tipo de piel para elegir cuidados adaptados a tus necesidades. Para ello, debes saber diferenciar los signos de una piel grasa de los de una piel mixta.
👀 Así que tómate el tiempo de observar tu piel y la evolución de su producción de sebo a lo largo del día, porque puede variar.
Piel grasa: características principales
La piel grasa segrega sebo en exceso en todo el rostro. Presenta un aspecto brillante, poros dilatados y una textura a menudo aceitosa al tacto. Propensa a los puntos negros, los granitos y las imperfecciones, puede parecer más gruesa y el maquillaje rara vez aguanta todo el día. En cambio, suele estar menos marcada por el proceso natural de envejecimiento gracias a su buena hidratación y elasticidad.
Piel mixta: características principales
La piel mixta combina zonas grasas y secas. El sebo se concentra en la zona T (frente, nariz, mentón), que se vuelve brillante con poros más visibles. Las mejillas, en cambio, son normales a secas, a veces con deshidratación, rojeces y granos localizados. Esta combinación puede provocar sensaciones de incomodidad, como tirantez y picor.
¿Es fácil confundir una piel grasa con una piel mixta?
Es posible confundir una piel grasa con una mixta, porque algunas zonas de una piel mixta pueden ser excesivamente grasas, como la zona T. Podría confundirse con una piel grasa, pero las mejillas más secas revelarán la naturaleza mixta de la piel. Esta confusión puede llevar a usar cuidados inadecuados para la naturaleza de tu piel. Por ello, conviene observar atentamente cada zona del rostro para adoptar la rutina adecuada.
¿Cómo identificar tu tipo de piel sin equivocarte?
Para identificar tu tipo de piel sin equivocarte y distinguir entre piel mixta o grasa, existen algunos indicadores que te permitirán definir fácilmente el aspecto de tu piel.
Así que observa y siente para definir el aspecto de tu piel.
Observa el brillo en todo tu rostro y a lo largo del día.
Estudia la evolución del sebo durante el día y a lo largo de varios días.
Identifica las zonas grasas, que pueden concentrarse únicamente en la zona T en una piel mixta o bien aparecer en todo el rostro en una piel más grasa.
Una sensación habitual de tirantez en las mejillas y picor en las aletas de la nariz puede ser signo de piel mixta.
Una piel muy flexible tras la limpieza suele ser una piel con tendencia grasa.
Por el contrario, una sensación de escozor e incomodidad justo después de la limpieza puede indicar piel mixta.
Rutina y cuidados adaptados a cada tipo de piel
Limpieza suave pero eficaz
Una buena limpieza debe purificar la piel sin agredirla. Los limpiadores demasiado agresivos pueden desequilibrar la piel mixta o grasa al limitar la producción de sebo y resecar aún más el rostro.🦎
Para piel mixta, elige un limpiador suave, sin sulfatos, que elimine las impurezas preservando la hidratación de las zonas no grasas para evitar la tirantez. Es esencial respetar el equilibrio entre las zonas grasas y secas.
Para piel grasa, prioriza un gel purificante con zinc, ácido salicílico o niacinamida. Estos activos ayudan a regular el sebo, desobstruir los poros y prevenir las imperfecciones sin irritar la piel.
Hidratación equilibrada: la trampa a evitar
El error frecuente es pensar que las pieles grasas no necesitan hidratación. Al contrario, una piel mal hidratada produce aún más sebo. Puedes optar por productos enriquecidos con ácido hialurónico y niacinamida (vitamina B3) para hidratar mientras regulas el sebo.
🤓 Basta con usar el producto hidratante adecuado según su textura y la de tu piel mixta o grasa.
Para una piel mixta, prefiere una emulsión ligera o un fluido hidratante, que nutra sin sobrecargar. Permitirá hidratar sin saturar las zonas grasas y aliviar las irritaciones.
Para una piel grasa, opta por geles no comedogénicos y prioriza los productos “oil-free” para evitar texturas demasiado grasas o espesas.
Exfoliación: regular sin agredir
Tengas piel mixta o grasa, la exfoliación del rostro es esencial para:
eliminar las células muertas,
afinar la textura de la piel
y regular el sebo.
También debe adaptarse a cada tipo de piel para evitar irritaciones. Prioriza una exfoliación suave 1 a 2 veces por semana con AHA (ácidos de frutas o de la leche), que alisan la piel respetando las zonas sensibles en la piel mixta.
Las pieles grasas pueden priorizar los BHA (ácidos beta-hidroxilo) como el ácido salicílico. Penetran en profundidad, desobstruyen los poros y ayudan a prevenir los granos y la aparición de puntos negros, sin agredir la piel.
Matificar sin asfixiar la piel
Los matificantes se utilizan para reducir el aspecto graso y el exceso de sebo. En pieles grasas o mixtas, el tipo de producto y el modo de aplicación difieren.
Para una piel mixta, aplica polvos ligeros únicamente en la zona T para controlar el brillo sin resecar las mejillas. No uses polvos matificantes en exceso, ya que pueden desajustar y estimular la producción de sebo.
Quienes tengan piel grasa pueden optar por cuidados que contengan sílice o arcilla, conocidos por absorber eficazmente el exceso de sebo en todo el rostro dejando que la piel respire.
Adoptar los gestos adecuados en el día a día
Cuidar tu piel grasa o mixta también implica adoptar buenos hábitos cada día:
🫸 Evita tocarte el rostro para limitar la propagación de bacterias y la aparición de granos.
🌞 Usa un protector solar no comedogénico para proteger tu piel sin acentuar el brillo.
💧 Beber suficiente agua ayuda a limitar la deshidratación de las pieles mixtas y a regular el sebo de las pieles grasas.
🥦 Reequilibra tu alimentación reduciendo los azúcares rápidos y las grasas saturadas. Alimentos ricos en omega-3 como pescados azules, frutos secos o aguacate preservan el buen aspecto de la piel.
🌡️ Regular el estrés también puede influir directamente en el estado de la piel al estimular la producción de sebo.
🌨️ Adapta tus cuidados en función de la estacionalidad, porque el aspecto de la piel puede cambiar según la estación. Habrá que proteger más la piel del frío o matificarla en verano.
Ahora ya tienes todas las indicaciones para comprender e identificar el tipo de piel, grasa o mixta, y elegir los cuidados adecuados. La observación es un paso esencial para identificar la naturaleza de tu piel. Después, respeta algunas reglas de buen uso como la hidratación y la limpieza del rostro.
